LMB: De Poza Rica a Monterrey, la ruta de Luis Alberto Ramírez al Salón de la Fama
Ciudad de México (www.lmb.com.mx / Leopoldo Ramírez Quezada) 7 de noviembre de 2024.- La de Luis Alberto Ramírez (Poza Rica, 1967) es una historia en la que el beisbol se apareció en el camino para salvar su vida. Su andar por los diamantes abarca 41 años. Fue un umpire trabajador,
Ciudad de México (www.lmb.com.mx / Leopoldo Ramírez Quezada) 7 de noviembre de 2024.- La de Luis Alberto Ramírez (Poza Rica, 1967) es una historia en la que el beisbol se apareció en el camino para salvar su vida. Su andar por los diamantes abarca 41 años. Fue un umpire trabajador, de origen humilde. Desde ahí, formó una carrera que lo llevó al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano.
Nació el 10 de diciembre de 1967 en Poza Rica, Veracruz. Hijo de María Isabel Rosas Hernández, Venustiano Ramírez Franco e hijo adoptivo de Alfredo Juárez Rosas, Luis Alberto fue desde pequeño quien mantuvo a su madre y a sus hermanos menores Gabriela, Anastacio, Rossana y Alfredo.
Trabajó desde los seis años como jardinero, albañil, lavando coches, entre otras actividades para poder solventar los gastos en su hogar.
Durante su juventud, Luis Alberto también vendía refrescos en el Estadio Heriberto Jara Corona, casa de los Petroleros de Poza Rica, y en aquellos años le tocó ver brillar en el centro del diamante a Ricardo Sandate, lanzador que ganó 142 juegos a lo largo de 15 temporadas en la LMB. El destino ahora coloca a ambos, a Ramírez y a Sandate, como parte de la generación 2024 de entronizados al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano.
La vida de umpire llegó de forma circunstancial, un 20 de noviembre de 1983.
—Yo jugaba beisbol —recuerda Luis Alberto Ramírez, de trato siempre accesible y amigable—. Jugaba mi colonia contra otra. Como siempre a los dos equipos se les olvidó pedir umpire. Como yo no estaba en el orden al bat me dijeron “oye, ampayea, sabes lo que es out, safe, strike y bola, y ahí luego te damos para el refresco”. Me convencieron. Terminó el juego, me pagaron y me emocioné. Dije “de aquí soy”.
A partir de entonces se dedicó a buscar quién lo orientara para convertirse en umpire profesional. Recibió muchas enseñanzas de Librado Azuara y de Benito Lira. Localizó a Raúl Cabrera, quien lo orientó entre los jueces locales y desde entonces no se detuvo hasta llegar al profesionalismo.
Dejó su hogar y viajó a la Ciudad de México en búsqueda de una oportunidad. Fue enviado a la Academia de Pastejé Ing. Alejo Peralta y Díaz Ceballos y egresó como parte de la sexta generación de umpires. Además, fue alumno de Ismael Ruiz, umpire miembro del Salón de la Fama del Beisbol desde el 2004, de quien se graduó de su curso en 1986.
Pese a sus esfuerzos, Ramírez fue dado de baja. Regresó a casa a trabajar en su preparación física. Participó en maratones y el gimnasio se convirtió en parte de su rutina.
Un par de años después volvió a buscar una oportunidad en la Ciudad de México. Se entrevistó con Néstor Alba, el entonces Director de Operaciones de la LMB, y se quedó a vivir en la capital del país hasta recibir el tan ansiado llamado, que llegó para realizar su debut como umpire profesional: en 1988 en la Liga Tabasqueña, año en el que también vio acción en la Liga del Istmo y en el que realizó su debut en la LMB.
Desde entonces su carrera fue en ascenso: se convirtió en umpire regular en Series Finales, Juegos de Estrellas e inició su experiencia en torneos internacionales.
Representó a los umpires del beisbol mexicano en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y en Beijing 2008; y en el Clásico Mundial de Beisbol de 2009.
Su experiencia internacional también incluye acción en Juegos Panamericanos (Santo Domingo, República, Dominicana en 2003); Mundial de Beisbol de la IBAF (Rotterdam, Holanda, 2005 y China Taipéi, en 2007); tres juegos de exhibición de Ligas Mayores en 2009 en la Liga de la Toronja en la Florida con Yankees de Nueva York, Bravos de Atlanta y Filis de Filadelfia; y juegos amistosos de MLB de los Mellizos de Minnesota, Bravos de Atlanta, Cerveceros de Milwaukee y Dodgers de los Ángeles, en Monterrey, Nuevo León en 1991 y 1993.
En total, impartió justicia a lo largo de 32 temporadas en la Liga Mexicana de Beisbol. En ese lapso, estuvo en 16 Series Finales y ocho Juegos de Estrellas.
En el plano de lo personal, está casado desde hace 30 años con Juanita Fraire. Se estableció con ella para radicar en Monclova, Coahuila, desde 1994 y tienen dos hijos: Luis Jr. y Rebeca.
Terminados sus días de juez sobre el terreno de juego, Luis Alberto se dedicó a iniciar el camino para que los umpires accedieran a puestos directivos. Fue Coordinador de Umpires de la LMB de 2004 a 2017 y desde el 2018 a la fecha es el Director de Umpires.
En 2012, fue nombrado Director de Umpires de los XVI Juegos Panamericanos en Guadalajara, Jalisco.
Compartir su experiencia es el principal rasgo que caracteriza a Luis Alberto Ramírez después del retiro. Impartió clínicas en Santiago de Chile (2016); fue conferencista de cambios de reglas y sistema de Replay en León, Guanajuato, en el Summit de Innovación (2017); conferencista de reglas y zona de strike en Morelia, Michoacán, en el Summit de Innovación (2018); ponente en pláticas de reglas de beisbol profesional en la Universidad Autónoma de Nuevo León (2020); integrante de la Comisión de Umpires de la COPABE (2023); y traductor del inglés al español de las Reglas Oficiales de Beisbol de la WBSC (2023).
Actualmente Luis Alberto Ramírez está convertido en un libro de reglas del beisbol abierto para su consulta. No hay regla del beisbol que no domine. Ni las excepciones ni los casos improbables escapan a su radar. Su pasión por el Rey de los Deportes queda en evidencia en cada explicación, en cada ejemplo, en cada duda resuelta en donde no importa tanto memorizar qué se marca en tal o cual caso, si no el porqué del origen y la esencia de la marcación.
Después de toda una vida dedicada al beisbol y al ampayeo, Luis Alberto Ramírez lleva su carrera al máximo reconocimiento que puede alcanzar cualquier figura ligada al Rey de los Deportes.
Será el décimo segundo umpire de la historia en ingresar al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano. Une su nombre a los de Carlos Alberto González (1980), Salvador Castro (1981), Gabriel Atristain (1984), Amado Maestri (1990), Juan Lima (1991), Armando Rodríguez (1992), Víctor Saiz (1997), Ismael Ruiz (2004), Francisco Alcaraz (2007), Efraín Ibarra (2010), Jesús Monter (2013) y ahora Luis Alberto Ramírez (2024).
A partir del 7 de noviembre de 2024, y hasta la eternidad, el mundo sabrá que a finales del siglo XX y a principios del XXI hubo un umpire originario de Poza Rica que llevó el profesionalismo a tal nivel de perfección que se ganó su sitio en el Salón de la Fama del Beisbol Mexicano.
Bienvenido, Luis Alberto Ramírez, a la élite de los personajes del beisbol.